viernes, 21 de junio de 2013

A ESCRIBIR SE APRENDE ESCRIBIENDO


Voy a hablar hoy de algo que les (nos) ocurre a todos los que escriben (escribimos). Siempre que decidimos sentarnos a plasmar una historia sobre el papel todos -absolutamente todos- cometemos el error de novatos de pensar que vamos a ser un nuevo Cervantes, que nuestro libro será distinto de los demás, mejor, lleno de mensaje, enjundioso como para pasar a la historia de la literatura con mayúsculas.
Pues bien, nada más lejos de la realidad. A escribir se aprende escribiendo y siempre que lees algo tuyo de hace tiempo te echas las manos a la cabeza preguntándote cómo es posible que de tus manos pudiese salir semejante engendro. Y ahí de quien no piense así porque jamás mejorará.
Con estas líneas quiero decir simplemente que todo escritor va mejorando, creciendo, depurando su técnica. Los escribidores, en cambio, se estancan y no creen que nada ni nadie pueda enseñarles.
A todos aquellos que realmente quieran ser escritores, que no se desanimen si se sonrojan al leer algo de cuando empezaron. Es normal y es bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario